Amistades y fiestas: ¿cuáles celebras y cuáles te agotan?

Amistades sanas y tóxicas

por María Jesús González González

EPISODIO 57- EL DIVÁN DE CHUS Septiembre es un mes de transición: dejamos atrás las vacaciones, volvemos a la rutina… y en muchos pueblos y ciudades celebramos fiestas patronales que se convierten en un puente social entre el descanso y la vida cotidiana.

Son días de reencuentros, largas charlas, bailes, comidas y planes compartidos. Pero también son momentos perfectos para hacernos una pregunta esencial: ¿mis amistades me suman o me restan?

En el último episodio de El Diván de Chus abordamos dos temas que hemos unido en esta ocasión. Por un lado nos cuestionamos sobre la duración de las fiestas patronales, y también, igual que las fiestas tienen principio y fin, nuestras amistades también pueden evolucionar, desgastarse o demostrarnos su verdadero valor.

Fiestas, rutinas y amistades: un espejo de nuestras relaciones

Durante las fiestas todo parece más fácil: risas, buen rollo, compañía y planes que se encadenan. Pero ¿qué ocurre después, cuando la música se apaga y vuelve la rutina?
Es ahí donde podemos observar con claridad qué amistades se sostienen en el tiempo y cuáles solo estaban vinculadas al ocio o la conveniencia. Quizás también te ayude a tomar una decisión sobre esas amistades el simple hecho de empezar el nuevo curso.

Algunas preguntas clave que podemos hacernos:

  • ¿Me siento acompañado y cuidado en esta relación?
  • ¿Salgo con más energía o más cansancio tras compartir tiempo con esa persona?
  • ¿Estoy siendo yo mismo, yo misma o siento que debo fingir?

Amistades que suman

Las amistades que realmente suman son aquellas que:

  • Te apoyan en los buenos y en los malos momentos.
  • Respetan tus decisiones y tus espacios.
  • Te ayudan a crecer como persona.
  • Están presentes incluso cuando no hay fiesta ni celebración.

Estas relaciones nos nutren y son un pilar de nuestra salud emocional.

Amistades que restan

Por el contrario, hay amistades que restan energía:

  • Generan ansiedad, críticas constantes o competitividad.
  • Te hacen sentir culpable o poco suficiente.
  • Solo aparecen en momentos de ocio, pero se ausentan en los difíciles.
  • Te limitan en lugar de impulsarte.

Identificar estas señales no es fácil, pero es el primer paso para proteger nuestro bienestar.

En definitiva, las fiestas patronales y el regreso a la rutina son un escenario perfecto para replantearnos nuestras relaciones. Igual que revisamos hábitos en septiembre, también podemos revisar qué amistades queremos mantener y cuáles conviene dejar atrás.

Te invito no solo a escuchar este episodio de El Diván de Chus, donde profundizamos en este tema y respondemos preguntas sobre cómo identificar amistades sanas vs tóxicas, cómo poner límites o cómo rodearnos de personas que realmente sumen, sino también a compartir con aquellas personas a las que les pueda ayudar. Te lo agradecerán.


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